Redacción
Las intensas lluvias que se han registrado en los últimos meses en todo México han dado frutos, pues algunas presas del país que se encontraban en niveles extremos de sequía, se han recuperado y ya subieron su nivel, tal es el caso de la Laguna de Zumpango.
Se trata de una laguna localizada en los municipios de Teoloyucan y Zumpango en el Estado de México, uno de los sitios turísticos que era muy visitado, pero por la sequía fue abandonado.
Hasta hace 2 años, en este lugar los turistas pagaban por un recorrido en la isla del mismo nombre; sin embargo, al quedar sin agua comenzaron algunos problemas en la región, que incluso derivó en la desaparición de más de 100 aves.
La buena noticia es que las fuertes precipitaciones dieron al sitio “un respiro”, ya que creció su nivel del agua.
Cómo creció la Laguna de Zumpango
De acuerdo con los primeros reportes, su capacidad de almacenamiento de este espacio de agua, ahora es del 100%.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha dado a conocer que se buscará mantenerla en su nivel promedio, con el objetivo de buscar su mejoría y bienestar para los ciudadanos.
¿Qué pasa con el Sistema Cutzamala?
Por su parte, el Sistema Cutzamala también registró una recuperación en sus niveles, luego de las trombas que se han reportado.
Hay que recordar que, el Sistema Cutzamala es una de las fuentes de abastecimiento más importantes del país; sin embargo, solo cuenta con un 25% de agua.
Además, logra captar agua del río Cutzamala. Se conforma de las presas Tuxpan y El Bosque, en el estado de Michoacán, y Colorines, Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo, y Chilesdo en el Estado de México.
La buena noticia es que, tras las intensas lluvias, se reportó un alza en su almacenamiento de 32.4%, o 253.63 metros cúbicos, motivo que avaló una recuperación de sus niveles.
En tanto, hay que recordar que el problema de la sequía ha afectado al país en algunas zonas, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informó que en 2021 se registraron 8 mil 491 sequías, de las cuales 71% fueron severas, 26% extremas con pérdidas mayores en cultivos y riesgo de incendios forestales, mientras que el 3% fueron sequías excepcionales, es decir con escasez total de agua en embalses, arroyos y pozos.